Con un monoplaza Renault más potente que en el año precedente, Alonso tuvo ocasión en el 2004 de ser algo más constante que en su primera temporada con el equipo francés. Sin embargo, las cualidades R24 se revelaron inferiores en la faceta de estabilidad y sus actuaciones aparecieron menos brillantes que en la temporada precedente. Su accidente en el túnel de Mónaco y alguna otra salida de pista dejaron la confirmación de absoluta de su calidad como posible campeón mundial para la temporada 2005. Muy brillante en algunos GP, en otros ha enseñado su faceta más agresiva y menos cerebral. En resumen un año que habrá dado una carga de experiencia muy importante al piloto español de cara a su asalto a la más alta meta, el Título Mundial.
viernes, 28 de mayo de 2010
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